RECESIÓN E INFLACIÓN ¿QUÉ SON Y CÓMO ME AFECTAN?

Acontecimientos mundiales como la guerra de Rusia y Ucrania, la inflación y la subida en las tasas de interés están teniendo un impacto en la economía mundial pero también doméstica. Así que lo más inteligente que podemos hacer es prepararnos para una futura recesión económica. Pero para eso tenemos que conocer los términos básicos, para que puedas entender cómo afecta a tu bolsillo.

Según la revista Forbes, El Banco de México define la inflación como un fenómeno que se observa en la economía del país y que se relaciona con el aumento desordenado de los precios, ya sea de bienes o servicios que se comercian, por un periodo prolongado.

Cuando hay inflación resulta complicada la distribución de nuestros ingresos económicos, pagar deudas, invertir o incluso hasta irte de viaje porque los precios que nos servían de referencia para distribuir nuestro dinero están distorsionados, están cambiando.

Esto significa que el dinero no nos rinde igual que antes, lo cual nos afecta a todos. No importa si eres una ama de casa, un empresario, emprendedor o empleado. Evidentemente afecta más a aquellas personas que cuentan con menos ingresos. Los precios suben y el dinero ya no te alcanza, lo cual disminuye tu calidad de vida.

Por otro lado, según Forbes, los especialistas dicen que la recesión se presenta cuando el valor de los bienes y servicios producidos en un país, conocido como PIB (Producto Interno Bruto) cae durante dos trimestres consecutivos o un semestre.

La recesión es entones una baja significativa en la actividad económica, generalizada y dura varios meses. Una recesión no implica únicamente la disminución del PIB, significa también la baja del ingreso de la gente, el empleo, la producción industrial y las ventas al menudeo, etc.

Cuando escuchamos la palabra recesión solemos relacionarla con macroeconomía y con algunos factores que influirán de forma negativa en nuestro bolsillo, y así es.

En un próximo blog te hablaré de algunas cosas que puedes hacer para prepararte ante una eventual recesión e inflación.