La clave para ser un buen vendedor

Ser un verdadero emprendedor requiere de aprender técnicas y obtener conocimiento que nos permita dirigir equipos de trabajo, dirigir una organización completa, pero sobre todo conocer qué son las ventas y cómo efectuar el proceso de manera exitosa. Por eso en este artículo quiero hablarte sobre las ventas y sobre la clave que te puede convertir no solo en un hombre exitoso, sino también en un excelente vendedor.

Pero, ser o considerarse un buen vendedor no se logra de la noche a la mañana, tenemos que aprender a dominar algunos aspectos de nuestra vida que nos permita lograrlo con un poco más de facilidad. Conocer la verdadera clave genera una ventaja sobre aquellos que aún no la conocen.

Entonces ¿qué significa ser un vendedor?

Muchas personas ven a un vendedor con ojos de odio, de desagrado porque creen que somos personas que estafan, que manipulamos a los demás para conseguir beneficios propios. Creen que las ventas se hicieron y son para aquellos que no tienen estudios o no pueden conseguir algo mejor.

Cuando a una persona le ofreces un trabajo de ventas puede incluso ofenderse porque el concepto, para algunos, está muy denigrado. Desde aquí estamos realmente mal, por eso somos pocos los que hemos alcanzado sus metas, porque hemos roto ideas o creencias que simplemente impiden nuestro crecimiento y nublan nuestra visión.

En el libro Vendedores Perros, del autor y socio mío Blair Singer, nos habla sobre lo que es realmente vender  y de algunos mitos que hay sobre las ventas. De igual manera, en un apartado Robert Kiyosaki nos comparte una de sus tantas experiencias que le marcaron la vida. Permíteme contarte:

Robert denominó a su experiencia “el hombre de hojalata” y tuvo gran impacto en su vida. Un día llegaron dos hombres a casa de sus padres para hacerles una venta, durante unas horas todos charlaban y aquellos hombres llevaban a cabo su proceso de ventas. Al final, los padres de Robert tomaron unos papeles que los hombres de hojalata les habían dado y firmaron aquel contrato. La venta se había realizado.

Uno de los vendedores de hojalata se dirigió hacia el automóvil y tomó una palanca que había sacado de su cajuela y procedió a quitar una parte de la fachada de la casa. Sus padres, su hermano y Kiyosaki se quedaron sorprendidos ante aquel acto. Su padre finalmente preguntó: “¿Qué está haciendo?”. El primer vendedor solo dijo lo siguiente: “No se preocupe, señor Kiyosaki, sólo estamos empezando nuestro trabajo”.

El segundo hombre también fue a la cajuela y tomó un trozo de aluminio para después clavarlo en la parte rota de la fachada y sólo pronunció lo siguiente: “El trabajo ya está empezado. Cuando recibamos el resto de su pago, regresaremos a terminar”.

Imaginarás las reacciones de todos. ¡Enfurecidos! Durante meses estuvieron con ese sentimiento, se generaron peleas y se hizo todo lo posible por cancelar el contrato y recuperar el dinero. Sin embargo, la empresa no quiso regresar el efectivo. Robert Kiyosaki solo recuerda a su madre pronunciando palabras como: “Si tu padre padece un ataque cardiaco y muere a causa de que los dos vendedores le están haciendo pasar, nunca lo perdonaré”:

Finalmente, el contrato se canceló y, como mencioné, la empresa no devolvió el depósito que se había realizado. A partir de ahí, algo en el pensamiento de Robert estaba condicionado, le había ocurrido una experiencia tan poderosa e impactante que, si no la hubiera cambiado con las lecciones de su padre rico, tal vez no sería un buen vendedor.

Cuando Kiyosaki le dijo a su padre rico que quería ser un hombre de negocios y rico como lo era fue el momento en el que su destino iba a comenzar a cambiar para él y sus finanzas. Su padre rico le dijo que para ser exitoso tendría que ser un buen vendedor, tendría que aprender a hacerlo. Robert no sabía qué hacer, cómo le iba a decir a su verdadero padre que también sería un vendedor. No podía, menos con la mala experiencia que les había ocurrido.

¿Cuál es la reflexión sobre esta gran historia? Sencillo. Algunas personas han tenido experiencias malas con vendedores mediocres como los hombres de hojalata, por eso se les llama de esa manera. Debido a estas experiencias amargas es que las creencias sobre las ventas y las personas que la ejercen ha perdido su importancia y valor.

El trabajo de un vendedor no es el de engañar a una persona para que nos compre algo, no es el de tomar su dinero y huir dejando al cliente desamparado o con servicios y productos de pésima calidad. Vender va más allá de solo hacer una transferencia de bienes o servicios.

Vender realmente es un sinónimo de comunicar: interesarse, escuchar, resolver problemas y servir a los demás. Esto es algo de lo que hablo con mis clientes y comunico. Las ventas se tratan de sembrar semillas en los demás, servir con gratitud y con muchas ganas, porque al final las personas ya no consideran tan importante los tangibles, sino que también deciden comprar con aquellos que no les venden algo contra su propia voluntad, ni los persuaden de manera forzosa.

Cuando aprendes a comunicarte y comienzas a vender, tu vida mejora de una manera positiva e impresionante. Tu riqueza, tu felicidad y tu poder también aumentan a partir de que comienzas a hacerlo. Los grandes líderes son buenos comunicadores, ya que nos han persuadido y nos han vendido sus ideas sin que podamos notarlo.

La ventaja de saber vender se encuentra dentro de nosotros y depende también de nosotros saber utilizarla a nuestro favor. Como nuestro éxito en las ventas depende de uno mismo, entonces es importante cambiar nuestros pensamientos sobre lo que significa vender y hay que disipar algunos mitos.

Mitos sobre las ventas.

Mito #1. Hay que ser un perro de ataque.

No necesitas ser la mejor persona para ser un emprendedor. Se ha perdido la esencia de lo que es realmente vender y convertido en personas competitivas que creen que ser el más rudo siempre les permitirá cerrar muchas ventas. Este tipo de vendedores es solo una forma de vender, pero existen más tipos.

Lo que tienes que comprender es que como dice Blair Singer: “Todos somos individuales y cualquier esfuerzo por entrar en el molde fijo del vendedor perfecto desde el inicio está condenado al fracaso y sólo logrará que la vasta mayoría de nosotros seamos infelices y espectacularmente poco exitosos”. De lo único que no se trata ser un vendedor, es que siempre busquemos encajar en la idea del vendedor perfecto.

Mito #2. Tenemos que estar lo suficientemente bien formados para dominar toda herramienta de ventas.

Todo aquello que modifique tu manera de ser en las ventas tiene más probabilidades de llevarte a un fracaso. El secreto para el éxito no está en ser automatizados, sino en ser nosotros mismos.

Lo leíste bien… puedes vender tal y como eres. No necesitas convertir tus debilidades en fortalezas, debes encontrar tus fortalezas y trabajar arduamente en ellas para poder explotarlas por completo y desarrollar nuestro máximo potencial.

Mito #3. Todos los vendedores son tiburones.

Generalmente ser vendedor es condenado por muchas personas, si ofreces trabajos en ventas o trabajas como vendedor es casi una ofensa. Ser vendedor es malo para gran parte de las personas porque se cree que solo deben vender aquellos que no tienen estudios o necesitan el empleo. La verdad es que admiro a los que deciden entrar en el mundo de las ventas sin ser la profesión que estudiaron o el área que quieren.

Vender es necesario para ti, para tus papás, tus amigos, ¡para todos! Pero para vender primero hay que modificar nuestra visión de las ventas. Gandhi vendía, Martin Luther King vendía, tus hijos venden, tus padres venden, tu pareja vende, todos los que conozcas venden en un punto de su vida. O vendemos o no sobrevivimos. Así que tú eliges la imagen que quieres.

Mito #4. Han trabajado toda su vida en ventas… ya saben de todo.

Todo está en un constante cambio y lo que ayer nos funcionó no significa que hoy también lo haga. Por eso es que hay que estar siempre actualizándose, mejorar nuestra mentalidad, aprender y crecer. Si quieres aprender a vender tienes que estar abierto a la retroalimentación y las nuevas prácticas. No te conviertas en víctima de tu propio ego porque entonces estarás destinado al fracaso.

¿Quieres ser un competidor más en este mundo de las ventas? Entonces deja de pensar que lo sabes todo. Abre tu mente y amplía tu contexto con buen contenido.

Mito #5. Yo no trabajo en ventas.

Considero al igual que Blair Singer, que todos somos vendedores. De pequeño eras uno de los mejores vendedores de tu casa al insistir a tus padres que te compraran un nuevo juguete. Somos vendedores natos, pero hemos olvidado cómo hacerlo. Con nuestro crecimiento se fueron muchas cosas y también olvidamos cómo vender.

El no trabajar en ventas no significa que no debas aprender a hacerlo. Si quieres algo en tu vida necesitas vender. ¿Quieres pedir matrimonio o hacer que una chica (o) se convierta en tu novia? Pues para que te acepten, ¡tienes que vender sí o sí! Debes vender tu imagen como el mejor prospecto de todos los que tiene ante sus ojos.

Los mitos son algunas limitantes que no nos permiten tener éxito, nuestros constructos mentales siempre nos impiden ver más allá de lo que queremos. Por eso es importante ampliar nuestra visión, nuestro contexto con contenido de valor, pero sobre todo entender que sin ventas no somos nada. Vivir es vender.

La clave para ser un buen vendedor está dentro de ti.

No sé si lo percibiste, pero los mitos o las cosas que nos impiden triunfar como vendedores se encuentran dentro de nosotros. ¿Por qué digo que está en nosotros? Porque nuestro pensamiento es el que nos condiciona y nos permite avanzar o no, tener éxito o no, cerrar una venta o no.

Supongo que también has escuchado en muchas ocasiones una vocecita dentro de tu cabeza que te susurra o grita cosas como: “No salgas a vender porque eso no es para ti”, “no eres un buen vendedor”, “lo estás haciendo pésimo”, “eres un tonto”, entre muchos susurros más.

Cada palabra que nuestra voz nos dice generalmente es negativa, nos jala hacia abajo y nos lleva por el camino del fracaso. A pesar de que sus susurros tengan mucho poder sobre nosotros es posible que podamos controlar, no eliminar, CONTROLAR la vocecita en nuestra cabeza y permitir que juegue a nuestro favor cada vez que nos quiera decir algo. Por ejemplo, podemos hacer que nos diga frases como: “lo estás haciendo perfecto, sigue así” o “eres un buen vendedor”. Son mensajes con un impacto mayor para nosotros.

Aprender a controlar nuestra vocecita es mucho más efectivo para vender que tener escrito en una libreta cincuenta nuevas estrategias de ventas. De nada nos sirve tener el contenido si nuestra mente jugará en contra nuestra. Cuando nuestros pensamientos no están alineados con lo que queremos es imposible generar los resultados que esperamos.

No digo que el contenido de ventas que podemos encontrar en libros sean basura, me refiero a que ese contenido de valor es más útil y más poderoso para aquellas personas que controlan su voz interior. Cuando la voz de la mente está controlada generamos confianza en nosotros y con nuestra persona, por lo tanto, generamos claridad en el momento de decidir o aplicar las estrategias.

Conclusión

Romper con nuestros mitos sobre las ventas y dejar a un lado nuestras malas experiencias nos permitirá encontrar una nueva conexión que nos haga ver de nuevo las ventas como algo necesario.

Vender es parte de nuestra vida, necesitamos vender porque de lo contrario no sobrevivimos en este mundo. Estoy seguro que sigues vendiendo en situaciones específicas de tu vida, así que te invito a que reflexiones sobre esas ventas que te has hecho a ti mismo o a alguien más y lo lleves al siguiente nivel.

Te invito a realizar la venta más grande de tu vida. ¿Qué dices? ¿estás listo para ser uno de los mejores vendedores?

Comparte el artículo con alguien más o en tus redes sociales para que también sepan cuál es la clave para vender y si aún no me sigues en mis redes sociales te invito a que lo hagas, es gratuito y me permite estar en contacto contigo.

Recuerda dejarme un comentario en el apartado de abajo. Un saludo.

 

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