A veces gastamos la vida pensando que tenemos todo el tiempo del mundo y eso no es verdad, algún día nuestro tiempo se acabará. ¿Qué estás haciendo con él?
El tiempo es un recurso no renovable: No puedes hacer días de 28 horas, ni horas de 70 minutos, tampoco meses de 40 días. El tiempo se va, y no puedes hacer nada para renovarlo, no puedes agregar tiempo a tus meses, días o semanas. Tampoco puedes ir a comprar tiempo a ninguna parte, ni pedirlo prestado a alguien más. Tu tiempo te pertenece y si no lo aprovechas no tienes ningún lugar a donde ir a recuperarlo, por eso es indispensable que seas consciente que todo tiempo perdido no volverá más. Recuerda: ¡el tiempo es el activo más importante que tenemos porque no se puede recuperar!
Piensa cuántos minutos tienes al día y cómo los estás usando: Si empiezas a ser consciente cuántos minutos, horas, segundos tiene tu día sabrás qué hacer con ellos para organizarte mejor ¿cuántas horas dedicas al día para auto entrenarte? ¿Cuántos minutos le dedicas a ejercitar tu cuerpo? ¿Cuántas horas duermes, cuántas ves las redes sociales? Si haces cuentas, podrás saber cómo estás usando tu tiempo y si realmente estás siendo productivo en el día a día, y si no es así entonces podrás establecer estrategias para lograrlo.
Las metas son sueños con fecha de caducidad. Si tienes un sueño pero no le pones fecha se te podrá ir la vida completa sin que lo cumplas. Es importante que establezcas metas y objetivos reales, con fecha de entrega, para nadie más sino para ti mismo. Las personas más exitosas a nivel personal y de negocios saben que el tiempo es oro, y cuando fijan metas también les ponen una fecha determinada, lo dan todo para llegar a esa fecha y cumplir su meta. Si dices que “algún día” vas a cumplir ese sueño, créeme, será muy difícil que así sea mientras no le pongas una fecha y te dediques a trabajar por él.